Puedes correr, pero no
puedes esconderte. Al menos de este paparazzo casi indetectable e invisible. El
14 de febrero de 1.990 capturó a muchas personas en el acto. He aquí una descripción de algunos de
esos momentos, congelados en film por el lente inquisitivo de su cámara.
El hombre sentado
frente a la hermosa mujer de mediana edad dijo que sí! con una sonrisa en su
rostro. En este día de San Valentín, ella había invitado al joven sentado
frente a ella a cenar. Había estado saliendo con él durante algún tiempo, y se
había sentido atraída por su amabilidad y dulzura, pero sobre todo, se sentía a
gusto con él. Ella no se había sentido así con un hombre en mucho tiempo. Esa
noche le pidió que se casara con ella, ahora estaba exaltada.
El joven ejecutivo
estaba cenando con su esposa e hijos. Parecía nervioso y ausente. Su esposa presintió
que algo andaba mal. Él no sabía cómo darle la noticia, le habían diagnosticado
una forma de cáncer rara y mortal.
El conductor del
camión había bebido demasiado la noche anterior y se estaba quedando dormido
sobre el volante de su camión remolque de 18 ruedas, sin darse cuenta de que
una familia ocupaba su automóvil accidentado justo más allá de la curva que se
avecinaba.
La joven madre estaba
llorando de dolores de parto al dar a luz a su primer hijo. Su amoroso, pero
muy nervioso marido se quedó paralizado junto a ella, sin saber qué hacer.
El líder del país del
Golfo Pérsico estaba sonriendo cuando ordenó a sus generales invadir el país
vecino, iniciando lo que se conocería como la "Guerra del Golfo
Pérsico".
El fanático líder
religioso hablaba apasionadamente a una horda de sus seguidores. Había sido
despojado de su ciudadanía porque no estaba de acuerdo con el uso de su país
como base desde la cual las tropas de la alianza occidental iban a luchar en la
"Guerra del Golfo Pérsico". Años más tarde, él sería el cerebro detrás
del ataque aéreo contra el World Trade Center de Nueva York y el Pentágono.
Esos ataques pondrían en marcha la "Guerra contra el Terror". Esa
guerra acabaría con la vida del líder que sonreía cuando invadía su país
vecino, y absorbería a los Estados Unidos en una infructuosa y costosa, humana y materialmente, ocupación
de Irak y Afganistán. Como siempre, nada ha cambiado en el frente oriental.
La hermosa novia
caminaba orgullosamente por el pasillo central de la iglesia, mientras los
invitados se maravillaban de su cara feliz y su porte real. Todos estaban
felices.
El veterano político
ofreció una sonrisa forzada al público. Se estaba
postulando para otro mandato, mientras reflexionaba sobre el vacío de una vida
impulsada por la codicia, la persecución del poder y las mentiras. Toda su vida había
engañado sin vergüenza alguna a la gente que había votado ciegamente por él.
El erudito liberal, doctor
en economía, estaba dando conferencias dentro de las antiguas murallas de su
prestigiosa universidad, sin saber que sus enseñanzas habían sido utilizadas
por dictadores populistas de todo el mundo para saquear demagógicamente a sus empobrecidas
naciones.
La maestra de niños con
necesidades especiales sonrió y lloró cuando su alumno realizó la tarea
perfectamente, después de meses de trabajo paciente, arduo y amoroso.
El presidente del fondo de
inversión dejó su oficina en medio de la noche, para no volver jamás. Al día
siguiente todo el mundo lo estaba buscando. Su acceso a información
privilegiada y brillante manipulación de los medios de comunicación y del
mercado había producido miles de millones de dólares para su fortuna personal,
mientras que sus inversionistas se quedaron con las manos vacías, viendo sus
ahorros de toda la vida evaporándose en el aire.
La bióloga trató de
cubrir la mayor parte de su piel seca y quemada por el sol abrasador. Había
estado trabajando durante meses bajo el sol tropical, buscando pruebas
científicas de que el antiguo arrecife de coral estaba muriendo rápidamente
debido al calentamiento del mar. Su triste rostro confirmó los resultados de su
arduo trabajo - Resultados que preocuparían e interesarían a muy pocas
personas.
Los habitantes de la
pequeña isla tropical corrían apresuradamente haciendo preparativos de
seguridad de última hora para proteger sus frágiles hogares de la amenaza
venidera. Estaban aterrorizados porque sabían que al día siguiente algunos de
ellos lo habrían perdido todo, incluyendo su propia vida, debido a la furia de
un huracán de clase 5 que se dirigía directamente hacia ellos.
Los aterrorizados
habitantes de la favela trataron de huir en la oscuridad total de la noche,
mientras el terrorífico sonido de la avalancha de lodo y los gritos de los
vecinos que se ahogaban se acercaba cada vez más.
El hombre huyó de sus
asaltantes lo más rápido que pudo. En su rostro, sudoroso y pálido como el papel,
portaba una mirada que era una mezcla de miedo y culpa. Había dejado atrás a su
novia.
El campus
universitario estaba lleno de orgullosos jóvenes graduandos y sus familias.
Ellos estaban escuchando al orador invitado diciéndoles cómo tener éxito en su
vida profesional. Este era su momento para disfrutar, no para preocuparse.
El presidente,
bastante pasado de peso y extravagantemente vestido, está inspeccionando el
desfile militar organizado en su honor por sus gordos y muy condecorados generales.
El que pedía permiso para comenzar el desfile era tan gordo que apenas pasaba
por la escotilla del tanque. Él acaba de disolver el Congreso Nacional y ahora es
un dictador de facto. Mientras tanto, los habitantes del país se están muriendo de
hambre y mengua por falta de comida, de medicamentos y servicios médicos.
El líder negro es
aclamado por sus seguidores después de haber sido liberado. Había sido hecho prisionero hacía 27 años por el gobierno minoritario blanco. Su crimen había
sido luchar contra el sistema de apartheid que había despojado a la mayoría de
la población negra de su país de sus derechos humanos fundamentales.
El hombre que presidió
la disolución de la Unión Soviética sonríe cuando se entera de que había ganado
el Premio Nobel de la Paz. Esa fue su recompensa por tratar de contener una
caótica disolución que podría haber tenido consecuencias imprevisibles.
El activista social
estaba parado junto al cuerpo tendido en el callejón. Había una jeringa cerca.
Había sido llamado por la policía para identificar el cadáver. Lo reconoció y
pensó en las veces que lo había estado aconsejando para salir de la adicción.
Estaba dolido por la pérdida sin sentido de una vida tan joven. No podía hablar,
sólo asintió con la cabeza, lo que significaba que lo había reconocido. Estaba
cansado, triste y frustrado ante la dura evidencia que tenía ante sí, de que
estaba luchando una guerra perdida. Después de años de tratar de ayudar a los
drogadictos a salir de su vicio, observaba impotente cómo cada día jóvenes como
este caían bajo el hechizo fácil y mortal de la drogadicción.
El bombero tosía a punto de asfixiarse, en un brazo sostenía precariamente a un pequeño bebé, con el otro intentaba aferrarse a la
escalera. Se preguntaba cómo seguía vivo, después de salir milagrosamente del
incendio en el apartamento del último piso, mientras el techo se derrumbaba
sobre él y su preciosa carga.
Hubo millones de otros
momentos capturados en film ese día. Detrás de cada uno de ellos había una
historia.
¿Qué hacías tú ese día? ¿Te acuerdas? ¿Cuál
era tu historia? ¿Quién era este
fotógrafo furtivo y omnipresente?
Eso se revelará muy pronto.
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