jueves, 20 de abril de 2017

19 DE ABRIL. CRÓNICA DE UNA LUCHA DESIGUAL




LA ESPERANZA

Hoy, 19 de Abril de 2017, se cumplen 207 años de la manifestación en Caracas que dio inicio a la lucha por la independencia de Venezuela del régimen colonial Español. Hoy, a las 10.00 am la oposición Venezolana había convocado "La mamá de todas las marchas", para exigir la restitución de la libertad perdida bajo el régimen dictatorial de Nicolás Maduro. El objetivo era marchar hasta la "defensoría del Pueblo", que hasta ahora se ha comportado más como la defensoría del régimen que oprime al pueblo.

Yo asistí con unos amigos a la autopista Francisco Fajardo, uno de los 26 puntos de concentración en Caracas. Cuando uno va a estas marchas, uno no sabe si va a haber una cantidad suficiente de gente asistiendo, o si va a terminar violentamente, como tantas otras en el pasado. Como llegamos temprano, pudimos ver como la marcha desde su inicio.


Decidimos incorporarnos unos 20 minutos después que había empezado, y pudimos sentir la energía, la pasión de la gente gritando consignas como "Libertad! Libertad!". En realidad esa era "la consigna", un grito de libertad que salía de la garganta de más de un millón de personas que apenas cabíamos en ese espacio de 10 canales de circulación de ancho y kilómetros de largo, ya que no se le veía un final a ese río humano.




Estábamos allí demostrando pacíficamente nuestro deseo de tener un país normal, con elecciones normales, donde podamos elegir libremente a nuestros líderes sin que estos arresten y torturen a la población por estar en desacuerdo con sus políticas. Sería imposible nombrar qué tipo de personas asistían a la marcha, había de todos los estratos de la sociedad, más de un millón de personas que asisten voluntariamente a una manifestación de ese tipo no pueden pertenecer a una sola clase social. Estaba representada toda la sociedad Venezolana. para muestra, tres fotografías: Un grupo de monjas, los valientes jóvenes estudiantes de medicina de la Universidad Central de Venezuela integrantes de la brigada de primeros auxilios, y una minusválida en silla de ruedas preparada para todo.





LA REPRESIÓN

Avanzamos unos 3 Km por la autopista ocupando todos sus espacios y las calles adyacentes, y lentamente nos fuimos deteniendo, hasta llegar a un alto. Sin embargo, seguía llegando gente desde todos los puntos de la ciudad formando una masa compacta. Así estuvimos por espacio de 1 hora, entre tanta gente era imposible saber qué pasaba. Poco después nos enteramos que esto era lo que pasaba.





Una brutal represión contra una pacífica y multitudinaria marcha, tan pacífica que la fotografía que encabeza este artículo habla por sí sola. Perdón, no habla, grita por sí sola, ya que trae a la memoria una imagen parecida de un joven Chino deteniendo una columna de tanques el 3 de junio de 1.989 en la Plaza Tiananmén de Pekín. Una valiente mujer, sola e indefensa salvo por su coraje y amor a Venezuela, deteniendo con su solo cuerpo un carro blindado de la temida Guardia Nacional, quienes en brutal tropel la atropellan y arrestan.





EL CAOS
Aunque es difícil, trate de imaginar una masa compacta de un millón de personas encajonados en una autopista de 10 canales de circulación de ancho, que se eleva sobre la ciudad a más de 10 metros de altura,  avanzando con la alegría y esperanza que da encontrarse con tanta gente con los mismos problemas, buscando las mismas soluciones. De repente, son emboscados por carros blindados y guardias armados que avanzan de frente contra ellos en perfecta formación militar, con una agresividad que raya en el sadismo, ya que no enfrentan a un enemigo armado con la misma fuerza que ellos, sino a una masa de heterogénea de gente pacífica y desarmada, compuesta por hombres, mujeres, ancianos y niños manifestando por sus derechos fundamentales. en un sitio donde no hay escape posible, donde sólo se puede retroceder, con el detalle que detrás de cada manifestante hay cientos de miles de personas marchando justamente hacia donde está la conflagración, inocentes de lo que pasa más adelante.  El resultado, caos total.







Los manifestantes que están a la cabeza de la marcha huyen como pueden, lanzándose al río Guaire, uno de los ríos más contaminados del mundo, o trepando a través de precarios puentes de cables eléctricos, o son apresados y acusados de "terroristas" .Sólo cuando vemos las nubes de gases a lo lejos y la gente desesperada huyendo en la dirección contraria, es que nos damos cuenta que debemos retroceder. Así lo hacemos y empezamos a respirar el olor acre de las lacrimógenas que cada vez están más cerca, ya que puedo ver justo donde estábamos minutos antes, la amenazadora nube de gases y gente corriendo.



Logramos salir de la autopista y regresar a casa, no así mucha gente que quedó atrapada a la merced de la violencia de la Guardia Nacional y de las huestes armadas del gobierno, en calles adyacentes, en el río, y en el CCCT, que es el centro comercial donde habíamos estacionado nuestro vehículo. Todavía al entrar la noche, seguían reprimiendolos. Este ha sido otro día más de más de 500 detenidos ilegal e injustificadamente, de heridos de toda índole y de tres jóvenes muertos por heridas de bala. Por qué las vidas que se arriesgan y se pierden son siempre de jóvenes? Hasta cuándo este gobierno continuará desconociendo la voluntad del pueblo? La respuesta queda en el aire, ya que las protestas continúan.

Esta es una lucha larga y dura de más del 80% de la población Venezolana, que está desarmada y ansiosa de libertad por una parte, y por la otra, de un gobierno dictatorial sin ningún apoyo popular, que está enquistado en el poder con el apoyo de instituciones no elegidas por el pueblo, sino nombradas "a dedo", y el uso indiscriminado de las armas del ejército y de sus fanáticas huestes. Una lucha totalmente desigual.

No me despido como acostumbro, con bendiciones, ya que la emoción que siento en este momento es rabia pura y simple, así que me despido por ahora con la señal que universalmente un millón de personas le hacíamos al helicóptero de la guardia nacional que coordinaba las acciones en tierra de las fuerzas represivas.



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