viernes, 31 de marzo de 2017

Venezuela. Una Dictadura Desmadrada Sustituye a Una Democracia Imperfecta


Yo tengo 67 años y honestamente no sé que hacer frente a una dictadura como ésta, o contra ninguna dictadura.No soy un héroe. 

Mi única experiencia con un régimen dictatorial ha sido cuando tenía 7 años, un 23 de enero de 1958 para ser exacto. Ese día mi papá nos levantó temprano para ir a la playa. Vivíamos en San José y tomamos la avenida Sucre, (no existía la autopista). A la altura del palacio de Miraflores quedamos atascados en medio del populacho y los tanques de guerra, había disparos. Recuerdo a mi papá gritando tirense al suelo! 

No sé cómo salimos de allí y fuimos a dormir donde mi abuela en Los Rosales. Esa noche estaba en el jardín delantero viendo el "juego de luces" en el cielo, nunca había visto algo así. De golpe mi papá me haló violentamente arrastrándome dentro de la casa diciendo "muchacho loco esas son balas trazadoras! "

Al día siguiente me despertaron las caravanas de carros tocando corneta y ondeando banderas blancas. Ése día lo que más me impresionó fue un motorizado dando vueltas a la manzana, tenía rasgada la parte de atrás de la camisa, dejando ver sus heridas todavía sangrantes, cortesía de la Seguridad Nacional. 

Ese día fui testigo presencial del nacimiento de la democracia Venezolana. Hoy soy testigo de su muerte. 

Fueron 59 años de éxitos, fracasos, aciertos, errores, omisiones. En fin, no fue perfecta, pero puedo aseverar con certeza que fue mucho mejor que esta supuesta revolución, que lo único que ha generado es odio, discriminación violencia, hambre, muerte, dolor, mucho dolor, pobreza extrema, totalitarismo y absolutismo. 

A! Me olvidaba de mencionar el asalto más artero, abusivo y masivo al tesoro y bienes públicos que ha visto la humanidad en toda su historia, generando una deuda pública fruto de la corrupción, que tomará para pagar por lo menos tres generaciones. 

El único calificativo que le puedo dar a este desastre es que estamos en una dictadura desmadrada. 

Así que por favor no me pregunten qué debemos hacer. Ya que lo único que he aprendido en todos estos años, ha sido expresarme votando en cuanta elección ha tenido lugar hasta ahora. Y créanme que voy a extrañar poder tener esa oportunidad de nuevo. 

Quizás valga la pena hacerle esa pregunta a los críticos y abstencionistas de siempre, a los que yo les diría lo mismo que la Sultana Aixa a su hijo Boabdil, cuando rindió Sevilla a los Reyes de España, "No llores como mujer lo que no supiste defender como hombre".

No hay comentarios:

Publicar un comentario